sábado, 19 de marzo de 2011

VENUS


VENUS
Ella nació perfecta, todo el mundo se preguntaba por qué no la había amado nadie de la forma correcta; quedándose...
Todos la miraban de lejos, por fuera: “Es simple!” -murmuraban-. Y pasaban de largo, siempre, más temprano que tarde, todos se iban. Se iban del pueblo, del país, incluso del mundo; solo salían de su vida, sin arriesgarse a explorarla por dentro, a descifrarla, a descubrirla, sin imaginar siquiera su interior rico como un higo, cargado de sorpresas, emociones, sensaciones...
¿Quién podría saberlo? No tuvieron el tiempo necesario, decían que era complicada de quitar la cáscara… sólo pasaba la interminable fila ¡eran cientos! Mujeres, hombres, niños, gatos, perros, tortugas, jóvenes, ancianos, bellos, fuertes y débiles.
Todos dijeron amarla, pero a la hora de la gran prueba, retrocedían con diferentes expresiones en sus rostros, de asombro, burla, desprecio, indiferencia, lástima, asco y hasta miedo…
… Pero, una mañana de mayo, alguien que por casualidad atravesaba el jardín se detuvo a contemplarla, a través de cristales la miró primero con cuidado y recelo, hasta que se animó a tocarla delicadamente, aspiró su fino aroma, sonriente y gratificado con su hallazgo la fue abriendo sin arrancarla de la planta. Quedó maravillado, sus ojos no podían creer todo lo que de ella se derramaba “¡Qué divinos colores! ¡Qué perfección y belleza!” -exclamó –
Y entonces en sus ojos aparecieron de repente nubes del color de la tristeza; miró el largo camino que extendía delante de sus pies y en un suspiro dijo: “¡lástima!... yo no como higos”… Y se fue alejando también él.
Ella sigue en el jardín con la pulpa al desnudo, perfumando el aire y recordándolo todo… Su corazón: todo un mar misterioso, imponente, bello, tenebroso… infinito. Solo aguarda en silencio que aquel día en que caiga del árbol, Él, volviendo sobre sus pasos atraviese el jardín, luego de siglos de pensarlo mejor, y la bese, para –de una vez- quedarse.


27/07/2001
®By Sil*